TOQUE DE ANTEBRAZOS

Es un gesto que se suele utilizar para recepcionar un envío del otro equipo que va fuerte y con trayectoria descendente. En ocasiones también podemos utilizarlo para colocar a una compañera, atacar al otro equipo o para salvar un balón complicado.

Pasos a seguir:
-Orientamos el cuerpo hacia donde queremos que salga la pelota.

-Las piernas deben de estar flexionadas en una posición cómoda, al impactar con la pelota el cuerpo se estirará deshaciendo esa flexión y separadas a la anchura de los hombros.

-Los brazos deben de estar juntos, los codos orientados hacia el suelo, de tal forma que dejamos una superficie lo más lisa posible para que impacte la pelota.

-La posición de las manos:
Podemos poner la mano dominante (con la que comemos, escribimos...) encima de la mano no dominante, los dedos de cada mano deben de estar juntos.
Los dedos de la mano izquierda apuntarán hacia la derecha y los de la manos derecha hacia la izquierda, ahora cruzaremos un pulgar por encima del otro, también en forma de X.

*Un truco para acordarnos siempre de la posición de las manos: Ponemos la Mesa (una mano), encima el mantel (segunda mano), cuchara encima del mantel (un dedo pulgar) y tenedor, cruzado con la cuchara (el otro pulgar).
Otro agarre es colocar las palmas de las manos, colocando el dorso de una mano sobre la palma de la otra, se unen los pulgares (sin entrelazarlos), mirando hacia delante colocando uno al lado del otro.
Nos fijamos en el siguiente dibujo.

La pelota debe de impactar en nuestros antebrazos.
Cuando la trayectoria es potente basará con poner los brazos, bastará con la fuerza que lleva para que salga despedida hacia arriba cuando nos estiramos y deshacemos la flexión. Suelo deciros que vale para amortiguar.

Si hacemos un movimiento brusco la pelota saldrá muy disparada y seguramente poco dirigida hacia donde queremos.
Acordaros de que los antebrazos quedan orientados hacia delante si queremos que la pelota salga en esa dirección o hacia arriba si queremos colocar la pelota a una compañera.

Si los antebrazos miran inclinados hacia detrás, la pelota saldrá disparada hacia esa dirección y no podremos controlarla.